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Las flores de color rosa brillante excepcionalmente grandes están llenas de pétalos y profundamente ahuecadas. A pesar de su tamaño, nunca son torpes, ya que se mantienen bien en un arbusto bien redondeado. El aroma del té fresco, fuerte y delicioso, se convierte en limón y finalmente adquiere acentos de grosella negra. Debe su nombre a la princesa Alexandra, aficionada a la jardinería.